TOLERANCIA “respeto a la diversidad”.
La tolerancia, se puede decir que es parte del “respeto a la diversidad”. Se trata de una actitud de consideración hacia la diferencia, de una disposición a admitir en los demás una manera de ser y de obrar distinta de la propia, de la aceptación del pluralismo. Ya no es permitir un mal sino aceptar puntos de vista diferentes y legítimos, ceder en un conflicto de intereses justos. Y como los conflictos y las violencias son la actualidad diaria, la tolerancia es un valor que es muy necesario y urgentemente hay que promover.
Ese respeto a la diferencia tiene un matiz pasivo y otro activo. La tolerancia pasiva equivaldría al “vive y deja vivir”, y también a cierta indiferencia. En cambio, la tolerancia activa viene a significar solidaridad, una actitud positiva que se llamó desde antiguo benevolencia. Los hombres, dijo Séneca, deben estimarse como hermanos y conciudadanos, porque “el hombre es cosa sagrada para el hombre”. Su propia naturaleza pide el respeto mutuo, porque “ella nos ha constituido parientes al engendrarnos de los mismos elementos y para un mismo fin”. Séneca no se conforma con la indiferencia: “¿No derramar sangre humana? ¡Bien poco es no hacer daño a quien debemos favorecer!”. Por naturaleza, “las manos han de estar dispuestas a ayudar”, pues sólo nos es posible vivir en sociedad: algo “muy semejante al abovedado, que, debiendo desplomarse si unas piedras no sostuvieran a otras, se aguantan por este apoyo mutuo”. La benevolencia nos enseña a no ser altaneros y ásperos, nos enseña que un hombre no debe servirse abusivamente de otro hombre, y nos invita a ser afables y serviciales en palabras, hechos y sentimientos.
La tolerancia es un regalo desde los primeros años de la vida.
La tolerancia es un regalo desde los primeros años de la vida.
Ciertamente todos no sabemos llevar este don de ser tolerante, lastimosamente vivimos en un mundo donde algunos seres humanos no sabemos ni entendemos el significado de esta palabra. Ese egoísta vive como el que quiere pisotear y manejar a su antojo a las personas que están en su alrededor aun cuando sabe que todos somos iguales.
Yo les aseguro que el Poder de Dios es el mas grande de todos los hombres y quien no tiene tolerancia, ni respeto a su prójimo no puede exijir amor y compasión. Saber decir las cosas y ser un buen líder no depende del poder que se tenga sino de la inteligencia que practique, reflexionen y piensen en estas palabras, de esta forma descubriremos en donde y cuando somos tolerantes. La amistad supera todos los obstáculos, si tienes una amistad verdadera todo sera posible.